Yo uso esa expresión muchas veces, refiriéndome a la PNL. Y seguramente que, si me la has oído a mi o a otros, te habrás hecho alguna vez la pregunta: ¿De verdad puedo tener la vida que deseo? ¿En serio?
Y la respuesta, muchas veces (tuya o de personas a las que hayas escuchado), viene a ser, más o menos: “Sí hombre, menudo cantamañanas” (o vendemotos, vendehumos, fantasma, tiratriples o lo que quieras poner).
Y seguramente, en tu interpretación de la expresión, tienes razón.
Tú estás jod…, con un montón de problemas y movidas y me lees a mi diciendo que puedes tener la vida que deseas.
Pues normal que no te creas nada y encima me tomes por lo que no soy.
Los que nos dedicamos al desarrollo personal, yo el primero, solemos tirar (muy mal hecho) “por el camino del medio” y contarte el final de un proceso como si fuera el resultado de tomarte una pastilla.
Y no.
Claro que no.
Porque lo que es cierto, es que a la media hora de experimentar (como usuario o como participante en un proceso personal) la PNL o el coaching, queda un trecho para conseguir tener la vida que deseas. Y también a las 48 horas. O a la semana.
A ver si te lo puedo explicar. A lo mejor, a partir de que lo haga, empiezas a plantearte las cosas de otra forma.
En el desarrollo personal solemos tirar (mal hecho) 'por el camino del medio' y contarte el final de un proceso como si fuera el resultado de tomarte una pastilla. Share on X
Es una cuestión de etapas
Como casi todo en esta vida, algo que viene desarrollándose e influyéndote desde hace tiempo, hasta el punto de hacerte modificar tu comportamiento, no se elimina como el dolor de cabeza con un paracetamol.
Es más, por mucho paracetamol que puedas usar, si el dolor de cabeza se repite todos los días, algo más profundo puede estar ahí detrás. Y cuando vas del síntoma a la causa, el asunto es habitualmente más complicado.
Es decir, que si tus creencias, emociones, vivencias, experiencias te están influyendo en cómo te comportas, eso no se elimina con una sesión de PNL o de coaching, o con unas horas de formación.
Quien te asegure lo contrario, si que merece el título de vendehumos oficial de reino.
Oh, yeah.
Realmente esto es una cuestión de etapas. Como la vuelta ciclista, sí.
Te pongo un ejemplo corto muy fácil de entender: Si tu acudes a mi porque no te atreves a dejar tu trabajo y cambiar a otro que te realiza o te gusta más y nos ponemos a trabajar con PNL o coaching a través de sesiones, lo normal es que vayas experimentando pequeños cambios a lo largo del tiempo.
Esos cambios podrían ser (nuevamente, por ejemplo):
- Que a la semana notes más confianza en ti mismo (a través de cambios sutiles en tu forma de pensar o analizar las cosas).
- A los quince o veinte días, vayas adquiriendo un dominio mucho más pleno de la situación y empieces a trabajar en una estrategia para cambiarte de trabajo.
- Y que al mes o mes y medio estés preparado o preparada para ejecutar un plan de acción completo que te conduzca a tu objetivo: Un nuevo trabajo.
- Por supuesto, un plan dura un tiempo. Pongamos que a los tres o cuatro meses, estás trabajando en donde tu querías.
(Aquí puedes meter música épica o la que más te guste)
No te fijes en las fechas, son meros ejemplos. La idea es que entiendas que cambiar para obtener un objetivo, supone un proceso que dura un tiempo. Que no es cuestión de un soplo divino o un toque de varita.
Pero no pierdas de vista, eso, el objetivo.
¿Que cual era?
Sencillamente, vivir la vida que deseas.
Si creencias, emociones, vivencias, influyen en tu comportamiento, eso no se elimina con una sesión de PNL o coaching, o con unas horas de formación. Share on X
Y esto es extensible al resto (claro)
Por supuesto no todo en la vida es trabajo. Pero creo que es de perogrullo decir que esto es aplicable a cualquier ámbito de esta (me de vergüenza hasta señalarlo, pero la experiencia me dice que tengo que hacerlo).
Y ojocuidao, aquí lo más importante sigues siendo tú.
Quiero decir que, por muchas herramientas o empeño que ponga yo con la PNL o el coaching, si tú no tienes algo que se llama compromiso (contigo misma, contigo mismo), mejor que te olvides de tener esa vida tan guay que te han pintado por ahí.
E igual me dices (y lo comento porque ya me lo han soltado en más de una ocasión): “¡Ah! ¿Pero esto hay que currárselo? ¿Esto no es automático sin que yo tenga que hacer nada?”
Y yo lo único que puedo hacer es suspirar discretamente e invitarte a que leas de nuevo desde el principio de este post.
Porque el o la responsable de tu vida eres tú, my friend.
Si depositas eso en manos de otros, que te dicen que pueden hacer eso por tí, vas a quedarte donde estás, con tu vida igual de chunga que antes y con unos cuantos cientos de euros menos.
De manera que, aprendas PNL o sigas un proceso de ayuda con alguien como yo, si te comprometes contigo y lo trabajas, al cabo de un tiempo si vas a tener (y esta vez te lo garantizo), la vida que deseas.
De nada. Espero que, a partir de ahora, veas esa expresión de otra manera cuando me leas o me escuches.
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